viernes, 23 de septiembre de 2011

Oye, pues poca broma.

Carmen de La Mancha estaba en Granada con un amigo. Bailaban en una discoteca y se le acercó un chico vestido con un traje de terciopelo, melena larga y sombrero. Él hablaba en inglés, ella en manchego. Bailaron. Carmenlú no sentía tipo alguno de atracción hacia él. Es por ello que en el momento en que el melenas le pidió que se fueran juntos a casa para intimar un poco más ella le contestó que no. "Entonces me pegó una hostia y se fue", explica la agredida. "¿Y qué hiciste después?", preguntamos nosotros. "Pues nada, ¿¡qué voy a hacer!?, me quedé allí bailando".


Carmen de La Mancha dándolo todo en Kuuba con Chrístopher al fondo.


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Continuando con las maravillosas aventuras que vivimos en nuestro periplo por la Europa profunda, hablaré ahora de...

Anécdotas varias.

Bajo este título cutre continuaré el relato con diversos episodios sucedidos en Riga, capital de Letonia. Es la ciudad más grande de los estados Bálticos y el mayor centro cultural, educativo, político, financiero, comercial e industrial de la región.

El centro histórico de Riga ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que posee la mejor colección de edificios de Art Nouveau en toda Europa. La capital letona ha sido elegida como Capital Europea de la Cultura en el año2014. (Fuente: Wikipedia).
Rezando como buen católico que soy.
Contaba en el anterior episodio lo sucedido en el Pukvedits con el derramamiento de mi cerveza, pero no lo sucedido más tarde. Desde ese lugar mágico lleno de tíos y tías petard@s nos encaminamos hacia el Moon Safari centro del estudiantado Erasmus y lo poco chusco. Para entender el sentido de la palabra chusco pulsen AQUÍ

Por el camino, nos encontramos a tres chicos, tal vez letones, a los que Diego Fernández gritó ¡Spain is different!. Sí, amigos, lo gritaba el mismo que defiende la independencia de Galicia: cosas de la bipolaridad. Total, que nuestros recién conocidos amigos letones comenzaron a preguntarnos cosas ininteligibles hasta caldear la cosa haciéndonos ver que en cualquier momento nos mataban. Como gente valiente que somos, nos enfrentamos a ellos y salimos ganando. Que no...que es broma. Salimos corriendo.

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Tras esta escena pandillera de violencia gratuita, conseguimos llegar al Moon Safari. Alba estaba demasiado animada, se había tomado unos cuantos chupitos y todo le hacía gracia. Tratamos de escapar de ella y fuimos al French Bar. Justo enfrente hay un pequeño parque en el que decidí orinar. Era una zona llena de matojos y otras hierbas en la que nada podía indicar lo que después sucedería.

Mientras meaba con suma felicidad, un hombre alto, calvo y guardia de seguridad creó un plan fantástico: venir corriendo hacia mí y golpearme en mitad de la meada. Lo llevó a la práctica y consiguió tirarme al suelo. Resulta que el hombre estaba allí garantizando la seguridad del descampado. Sin embargo, mi estado feliz y contento me llevó a continuar en una esquina.


Debate muy interesante en una calle de Riga.
Desde allí, nos movimos a una discoteca con aspecto pijo (nada que ver) y volvimos a huir de Alba. Esta vez decidimos volver al Pukvedits, pero ya iba a cerrar y no nos dejaron entrar. Sin embargo, continuamos en la puerta, conociendo a gente petarda. Muy muy petarda. Entre ellos, un hombre que nos ofreció llamar a sus amigos para que nos buscaran unas señoritas para disfrutar de un sex massage. ¡Cómo está el mundo de la prostitución! Sin saber cómo deshacernos de ese pesado, caminamos sigilosamente hasta llegar al hostal. Misión cumplida: nos habíamos librado de él.

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Una vez en el hostal, Diego Fernández se acostó. Chrístopher, Alba y yo continuamos la fiesta en la cocina comunitaria. Con la música del ordenador y bailando sobre las mesas donde la gente desayunaría dos horas más tarde. Llenándonos la cara de dentífrico sin saber por qué. Y en mitad del jolgorio, un vejestorio (vaya pedazo de rima, soy un poeta) llegó y se sentó para consultar algo en un ordenador. Yo decidí bailar a su alrededor mientras todos hacíamos palmas. El momento más bonito de la historia del pop (dedicado a Isabel Beldad).

Sólo sé que, por la mañana, amanecí en la cama de Alba con Chrístopher a un lado y ella en el centro. Los tres en una cama minúscula. Escalé y subí a la de arriba (era una litera), donde seguí durmiendo.

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Diego posa con el cartel.
Al día siguiente descubrimos un poco más la ciudad: fuimos a un mercado donde todo era veinte veces más barato que en Finlandia y descubrimos un recinto en el que se estaba celebrando un festival de cine. Carteles de La piel que habito por todos lados. Sin embargo, no la proyectaban hasta el domingo, día en que estaríamos viajando en barco Tallin-Helsinki.

Comimos en un sitio típico que nos aconsejó la chica de la oficina de turismo (una letona que había hecho su Erasmus en las Islas Canarias y trabajado después en Mallorca, sin visitar nunca la península). 

Por la noche fuimos a tomar unos chupitos. Cuando entramos al bar, nos sorprendió que cada uno de ellos tuviera un precio superior a 9 euros. Preguntamos si era un error y la camarera (antipática, idiota y petarda) nos dijo que no. Nos fuimos. Pero algunos volvieron a subir las escaleras para preguntar again si el responsable de la carta iba drogado cuando la escribió. La desagradable trabajadora volvió a negarlo. Más tarde descubriríamos que se trataba de un club de alterne disfrazado de bar de copas normal, en el que los precios son más altos para que la gente se largue y poder desarrollar su tarea con los clientes que saben a lo que van.

Acabamos frente a la Casa de las Cabezas Negras admirando cómo se apagaban y encendían las luces mientras suspirábamos con exclamaciones: ohhh, ohhh, aaaaah, ohhhh, sííííí, ohhhh, uhhh, buuuf, aaaah. De allí al Moon Safari, un rato de karaoke, una sidra y a la cama. Al día siguiente nos despertaríamos a las 7.00 AM para subir al bus que nos llevaría a Riga cuatro horas y media más tarde.

En el próximo episodio de Mis hazañas por el mundo, by Diego Cassady:

  • La comilona gratuita en Tallin.
  • El timo de los chupitos.
  • Los pancakes.
  • Julien y la chica negra.
  • Control policia hollywoodiense.
  • Gente al borde del coma etílico.
  • La cárcel de Tallin.
  • El paseo de la cultura.

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Y esta noche... 


A darlo todo con Lo-Fi-Fnk. 

Y mañana: Huoratron, Lindstrom, Rico Tubbs, etc, etc, etc.