lunes, 13 de febrero de 2012

FLASHDANCE.

Esta noche, a las 23.00, subiré en un autobús rumbo a Laponia. 714 kilómetros hasta Rovaniemi, la ciudad conocida como "Puerta de Laponia", donde se encuentra la residencia oficial de Papá Noel. Desde allí, una vez asentados en Rovaniemi, otros 708 kilómetros hasta el Nordkapp, el Cabo Norte, uno de los puntos más septentrionales de Europa. En total, más de 1400 kilómetros separan Tampere de ese lugar. Sólo espero que el viaje en bus no tenga como consecuencia dolores múltiples de espalda y contracturas musculares como regalo para toda la semana.


Blanco extremo sin necesidad de Sensodyne.


Hace dos semanas estuvimos es Pirkkala. Se trata de un pueblecito, muy cerca del aeropuerto, de poco más de 15.000 habitantes. Mary McDonald, nuestra profesora de Newspaper Language y Reporting and Interviewing in English nos quería invitar a cenar en su casa. Antes de Navidad, yo le había ayudado a contactar con profesores de la UCM para dar clase con un programa de intercambio de profesores. Finalmente, con la ayuda de Liisa Hänninen, una de las mejores profesoras que he tenido a lo largo de mi carrera (y de las pocas que se preocupa en mover un poco la Facultad de CCINF), consiguió su objetivo y estuvo una semana en Madrid. 

Parece ser que los alumnos a los que dio clase hablaban inglés, cosa que no me esperaba, y que estuvieron bastante simpáticos, según nos contó Mary

Tomamos un bus en Keskustori rumbo a Pirkkala, observando el nombre de cada parada hasta que divisamos un K-Market que nos indicaba dónde debíamos bajar. Mary nos había dicho que teníamos que bajar hacia el lago, girar a la izquierda, después a la izquierda y, más tarde, otra vez a la izquierda. Vale. Nadie nos entendía cuando preguntamos dónde estaba el lago, así que fuimos por donde pensamos sería la mejor opción. De repente, un hombre comenzó a gritarnos Are you going to Mary's house? Era su marido. Nos descubrió el camino (íbamos hacia el lado contrario). Llegamos y la vimos a través de la ventana, sentada en la cocina.

Una preciosa casa roja. Nada más entrar, nos quitamos los zapatos, cosa que SIEMPRE debes hacer al entrar a una casa en Finlandia. Nunca te olvides de usar calcetines sin agujeros. Tienes un problema si te apestan los pies. 

La casa fue diseñada por un arquitecto que iba a vivir en ella, así que la diseñó como le apeteció pensando en su propio gusto. Cuando quiso venderla para trasladarse a otra, nadie la quiso comprar porque sólo tiene un dormitorio. Un único dormitorio y seis plantas. Una con la cocina, de revista de decoración, con una ventana circular que ocupaba toda la pared; otra para el salón, sin televisión, y con un gran ventanal; y otras cuatro que fuimos subiendo con Mary. Acababa de ser operada del pie y ahora tenía que llevar una especie de zapato con un extraño tacón que llevó a sus nietos a llamarla Lady Gaga.


Vista aérea de Pirkkala.


Lo más bonito de la casa, además de ese salón súper acogedor, es la última planta, donde sólo hay un sofá colocado frente a la cristalera desde la que se puede observar el lago, ahora congelado, pero que debe ser súper bonito en verano. 

Su marido llegó y nos sirvió un zumo de arándanos con vodka hecho por la propia Mary. Nos contaron sus aventuras por Madrid mientras el vodka nos iba afectando hasta llegar a rozar el ridículo en algún momento con ataques de risa que no podíamos controlar. Tras el zumo-cubata pasamos a la mesa y Pekka, su marido, sirvió la cena. Un delicioso cordero lechal recién recogido de la granja de unos amigos, con verduras en salsa, patatas especiadas que todo el mundo toma aquí, una ensalada también con una salsa desconocida... (todo se toma con salsas aquí). Y de postre...un pastel canadiense de dátiles con salsa de toffee. Todo estaba riquísimo.

Pekka nos contó sus peripecias por el mundo. Es experto en desarrollo educativo y ha vivido en Palestina y Sudán. Ahora quiere irse a Papúa Nueva-Guinea. 

Tras probar los vinos de Sudáfrica y Argentina que nos sirvieron sin cesar, nos fuimos antes de perder el bus de vuelta a Tampere. Alba movía su bus-card con gran alegría hasta que consiguió que se le cayera al suelo. El bus llegó sin que pudiera recoger la tarjeta, y el conductor no se enteraba absolutamente de nada de lo que decíamos porque no hablaba inglés. Finalmente, una señora vino y le explicó lo que pasaba. Dio marcha atrás y pudo recogerlo.

Pero ahí no acababa nuestra hazaña... Para ir hacia Pirkkala no habíamos tenido que pagar nada porque el bus hacía paradas por Tampere, pero la vuelta costaba 3'50 euros. Sólo teníamos un montón de monedas de diez y veinte céntimos que no daban para pagar. Diez minutos después, y con todo el autobús esperando, el conductor nos devolvió las monedas y nos mandó a sentar. No pagamos y pasamos un rato inolvidable haciendo el ridículo.

Al llegar a Tampere no había autobuses para volver hasta Lapinkaari, así que volvimos andando y me caí dos veces gracias al hielo.


Tres pozís.


El viernes de esa misma semana estuvimos en Ruma tras beber en City. Carmen, Alba, Ana Mae y yo vivimos divertidas aventuras que dos semanas después no recuerdo. Sí que recuerdo que terminamos la noche comiendo nuggets en el McDonald's. En un momento dado, después de hacer cola hablando con un hombre que había vivido en Málaga pero era de Finlandia y que se nos había acercado él mismo al oír hablar español, el mismo personaje decidió lanzarme la bandeja de la comida. Demostró tener problemas serios de puntería y la cosa chocó contra el cristal. Ana Mae montó en cólera y comenzó a gritar WHAT ARE U FUCKING DOING? ARE U FUCKING CRAZY? Finalmente, el drogadicto-alcohólico se fue y dejó de molestar.

Al día siguiente nos fuimos a un karaoke vietnamita lleno de personajes a cada cual más petardo. Es un sitio totalmente decadente y que, por eso, me encantó. Había una fauna variada: desde un hombre muy gay vestido de cuero hasta una pareja de chico y chica que se creían bailarines y hacían todo tipo de movimientos ocurrentes. También nos encontramos al hombre que llevaba una cazadora llena de bombillas cuando vinieron Sandra, Jose y Ali. Lo daba todo cantando canciones como la que viene a continuación.




La semana pasada me enteré de cómo funciona Eurovisión. Parece ser que desde Bruselas alguno de los múltiples organismos comunitarios decide quién va a ganar el concurso antes de que se haga la gala. Se tiene en cuenta el nivel de desarrollo del país, su riqueza, etc. para así ayudarles dándolos a conocer y haciendo que el festival se traslade a su capital en la próxima edición con el consecuente beneficio económico. No siempre se hace así, ya que hay años en los que les apetece que se decida el ganador mediante la votación de la audiencia. Ahora entiendo que en los últimos años ganaran Azerbaiyán, Estonia, Letonia, Serbia o Ucrania.

Además de descubrir el pastel eurovisivo, salimos el martes a Kuuba. Es uno de los sitios más petardos de Tampere, al que fui las primeras semanas cuando Marta y Lara aún estaban aquí. Llegamos sabiendo que se iba a celebrar una Erotic Party, pero lo que nos encontramos fue barra libre de cerveza y sidra hasta las 02.00. "Bebe todo lo que puedas en una hora y media" fue el lema de la fiesta. Ana Mae, acosada por toda la población negra de la ciudad concentrada en esa discoteca, fue la gran vencedora con más de 10 cervezas de medio litro. Los demás tampoco nos quedamos cortos.

El momento en que Ana Mae intentaba conseguir un descuento en la cerveza y una chica le avisó de que todo era gratis será recordado como el culmen de la felicidad.


Alegría.


Cosas a destacar de la semana pasada también son:

  • Empecé el gimnasio y fui martes, miércoles y viernes. Ahora estaré varias semanas sin ir debido a mis compromisos turísticos.
  • Asistimos al English Conversation Group en el Bar Passion. Ana Mae se convierte junto a Robert Allen en líder del grupo.
  • Las clases de este semestre superan los límites del aburrimiento.
  • Ganó Niinistö las elecciones, con lo que se convierte en el nuevo presidente de Finlandia. Conservador y europeísta, ostenta un cargo simbólico, ya que sólo tiene cierto poder en política militar y exterior, aunque será influyente en la opinión pública. Perdió Haavisto, de la Liga Verde, homosexual declarado que asistía a todos los mitines con su novio Antonio. Si menciono este detalle es porque el tal Antonio salía todos los días en las portadas de los periódicos.

Alba y Pablo intentando comprender a Ana.


Ana Mae con cara de actriz porno.


Alba ligando con chain-man.


Chrístopher saludando al Che.


Todo bien por aquí.


Tengo que decir que el verano ha llegado a Tampere. Estamos  a -7 grados, y se nota. Ya nieva normal en lugar de en forma de cristalitos minúsculos y puedo respirar sin miedo a que mis orificios nasales se congelen. Y ahora, me voy a Laponia. 


PRÓXIMAMENTE EN MIS HAZAÑAS POR EL MUNDO: el CUMPLEAÑOS DE CARMENLU,  FASCISMO CONTRA COMUNISMO, PERDIDOS en el BOSQUE, el TRINEO de SERENA, todas las AVENTURAS que nos ocurran en LAPONIA.

ACTUALIZACIONES ESPECIALES: Dado que todo lo que cuento en actualizaciones como las de hoy forma parte más de un diario personal (para no olvidar lo que estoy viviendo aquí) que de un blog en el que ayudar a la gente que quiera saber más de Finlandia y, en concreto, de Tampere, he decidido escribir una serie de entradas sobre temas concretos. Próximamente: el sistema educativo de Finlandia (universidad y másters); el carácter finés; cosas que amo y odio de este país; qué visitar en Tampere; fiestas nacionales más importantes, etc. 

sábado, 4 de febrero de 2012

Congelación.

Ahora mismo aquí no se puede salir a la calle. Hemos llegado a los -29 grados, lo cual es digno de contar a los nietos como batallita cuando llegue la vejez, o de ser publicado en Facebook a medida que las temperaturas van descendiendo hasta alcanzar la del congelador de mi casa. Pero no se limitan a los -18 (según fuentes tan fiables como Foro Thermomix, es la ideal para mantener la comida en el congelador), sino que siguen bajando hasta límites que nunca antes pude llegar a creer.

Cuando me explicaban la sensación del frío antes de que pudiera sentirlo por mí mismo, nunca lo habría imaginado tal y como es. Trataré de explicarlo.


  • ¿Qué necesitas para salir a la calle?

    Unos calcetines térmicos, unos calcetines normales, un par de botas, unos pantalones térmicos, unos pantalones normales para poner encima de los térmicos (mejor si son de pana), una camiseta de manga larga, un jersey, una cazadora de plumas, una bufanda de lana que pueda girar alrededor de tu cuello mínimo diez veces, un gorro estilo ruso que te cubra hasta las orejas o un gorro de lana de los de toda la vida, y guantes de ir a la nieve. No recomiendo la camiseta térmica porque puede provocar sudoración.

    En esto, como en todo en la vida, hay gente que necesita menos ayuda frente al frío polar. Puede que tú seas uno de ellos en caso de:
-Ser Yu Zhenhuan, el hombre más peludo del mundo.


-Estar rodeado de abejas como atmósfera protectora.


-Ser Catwoman.



  • ¿A qué problemas te enfrentas en la vía pública?

    En primer lugar, al abrir la puerta de tu casa para salir a la calle, el viento abofeteará tu cutis. Sentirás que tu piel arde (qué paradoja) y el frío permanecerá en ella un buen rato, aunque ya estés resguardado en un lugar caliente. Si te ves obligado a caminar y llevas gafas, olvídate de ver si no quieres que se te congele la nariz. Debes elegir entre taparte las napias o saber por dónde andas: si tapas tus orificios nasales el vaho cubrirá los cristales haciéndote sentir ciego y consiguiendo que el público piense que eres idiota. Así que lo mejor es congelarte y ver.

    Una vez tu nariz está indefensa, los orificios nasales se congelarán y se te hará difícil respirar. Literalmente, tendrás hielo dentro de la nariz. Si llevas barba, también se te congelará. Si tienes pestañas, estarán cubiertas de hielo. Y un consejo para las chicas: no uséis máscara de pestañas porque se os pueden caer. Con un rato andando por la calle, notarás una presión en la frente, nariz y entrecejo que se convertirá en dolor.

    A todo esto hay que añadir el estado de las calles. Todo lleno de nieve que se ha convertido en hielo (más de un palmo). En muchas aceras hay gravilla que permite que los zapatos no resbalen, pero hay muchas zonas en las que sólo hay hielo, con lo que caminar se hace complicado. Las caídas son frecuentes. Lo mejor es ver cómo otros hacen el ridículo cayendo, lo peor es hacerlo tú. En ese caso, te importará poco el dolor de la caída, pensando más en la vergüenza de no poder levantarte del suelo.

    También hay que tener cuidado con los coches. Les cuesta frenar, y he visto ya un accidente en el que uno de ellos continuaba su camino sin frenos sobre el hielo tragándose al que tenía delante.



Mujer llorando hielo mientras se pregunta en qué momento decidió irse a vivir a Finlandia.


Homenaje al hombre que murió 28 segundos después de sacarse esta foto.


  • ¿Qué hacer al entrar en un lugar cálido tras congelarte en la calle?

    Lo primero es quitarte el abrigo. En la universidad hay una zona dedicada exclusivamente a colgar abrigos, con una base de metal en la que la gente deja sus botas para que suelten el hielo. Todavía no he visto a nadie dejar las botas ahí. Tampoco creo que nadie viva llevando siempre dos pares de zapatos. Después puedes quitarte el gorro y mirarte en un espejo para descubrir que tu cabeza ahora tiene forma de Calimero. Si has tenido la suerte de que no se te llene de hielo el flequillo, puedes vivir el resto del día con dignidad. De lo contrario, olvídate, e intenta ir con la cabeza bien alta a pesar de llevar un nido como peluca.



    Cabello problemático = persona sumamente triste.

    Nada más traspasar la frontera calle/interior-de-cualquier-sitio, tu cara cambiará del blanco al morado, rojo si tienes suerte. También es posible que el cambio de temperatura te produzca un dolor de cabeza sideral.

    Si has hecho el esfuerzo de salir a la calle, morir de frío, quitarte las capas convirtiéndote en una suerte de cebolla y sobrevivir a todo ello, ¡date un capricho! Come todo lo que quieras al llegar a tu destino (si es que has ido a comer, motivo por el que nosotros nos desplazamos a la universidad más que para ir a clase). Me han dicho que el frío adelgaza. Y parece que es cierto.

    Pasar frío aumenta la quema de grasa corporal. Nuestro cuerpo utiliza energía para mantenernos calientes, y cuando perdemos más calor de lo normal se utiliza el tejido adiposo como energía para regular la temperatura, es decir, se quema la grasa para calentarnos. Si no tenéis la suerte de vivir en Finlandia y morir congelados cada vez que salís a la vuelta de la esquina, podéis quemar grasa a través del frío de tres maneras distintas: con duchas frías de tres minutos, colocando bolsas de hielo en el cuello durante 20 minutos o bebiendo agua helada en ayunas. No voy a decir que me he inventado estas técnicas, pero lo cierto es que no me las creo. Os felicito si os funcionan. 


  • ¿Qué pasará cuando suban las temperaturas y no haya hielo en las calles?

    La primera consecuencia será el deshielo. El hielo se irá convirtiendo en una agüilla de color marrón en la que nos hundiremos y resbalaremos con el riesgo de sufrir numerosos accidentes. Será entonces cuando me arrepienta de desear una subida de las temperaturas.


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PRÓXIMAMENTE EN MIS HAZAÑAS POR EL MUNDO: CENAR en casa de TU PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD; ELECCIONES EN FINLANDIA; RUBALCABA; INTENTO DE ASESINATO EN EL FAST-FOOD; NUEVAS ASIGNATURAS, ETC.