miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ser un petardo. Primera parte.

El concepto de petardo es difícil de definir. Es de esas cosas que sientes, que identificas, pero que cuesta explicar con palabras. Es como ser un apocizao. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ser petardo puede consistir en:

1. m. y f. despect. coloq. Persona o cosa pesada, aburrida o fastidiosa.
Ejemplo: No aguanto a tu amiga. Es una petarda.
2. m. y f. despect. coloq. Persona poco competente en su cometido.
Ejemplo: Como fotógrafo, es un petardo.

Sin embargo, las connotaciones de la palabra petardo van más allá de la definición de diccionario. Es cierto que la pesadez es común en el individuo petardo, pero no podemos limitar una explicación completa y definitiva del término a tres adjetivos, como observamos en la definición ofrecida desde la RAE en un acto obsceno y lleno de desprecio hacia el petardismo.






El 'metapetardismo': petarda con un petardo en la boca.



El concepto 'petardo' también puede ser descrito 

por medio de imágenes como demuestra esta definición visual.



Hacerte fotos en las que tratas de crearefectos ópticos tipo "cojo un árbol",
"cojo la Torre de Pisa", "toco la punta de la Torre Eiffel", etc. es ser un petardo.




El mundo del bonsái es de los más petardos que existen.
Hacerte fotos cuidando un bonsái te da puntos.



Los países también pueden ser petardos. Véase Portugal.



El brócoli es una de las verduras más petardas que existen. 
Un pastel de brócoli es la sublimación de la petardez.



Tener un perro con esta cara y, además, valor para sacarle fotos es un problema doble de petardismo.



*   *   *   *   *


He tratado de llegar a la explicación definitiva de la idea que se esconde tras el concepto.

Podemos establecer que un individuo determinado es un completo petardo cuando su personalidad tiene rasgos que podríamos encontrar en las mejores películas de Hollywood. Además de este aspecto peliculero, no debe faltar un alto nivel de egocentrismo, compartido con el hecho de ser protagonista de numerosos momentos patéticos y vergonzosos (vergüenza para el propio ser petardo y vergüenza ajena para aquéllos que le rodean). El verdadero petardo no se sentirá realmente ridículo a menos que su vergüenza sobrepase límites inimaginables, manteniendo siempre la cabeza bien alta fruto de su elevada autoestima.
El petardo es también pesado. Un pesado integral aderezado con una pizca de extremo frikismo. Es harto sencillo distinguir a un petardo de una persona normal. El petardo, a pesar de lo que conlleva serlo, nunca te aburrirá. Podrá sacarte de quicio, pero no aburrirte (al contrario de un apocizao) porque siempre estará haciendo algo violentante, sacándote de tu estado natural. Ya sea para causarte la carcajada, el llanto o la furia. 
Para aquellas personas con dificultades para saber si sus semejantes son o no petardos hay algunas características a tener en cuenta para conseguirlo:
1. La petardez de una persona aumenta con las ganas que tengas de pegarle, torturarle o matarle en función de sus comentarios. 
2. El petardo escuchará música petarda y no se avergonzará de reconocerlo.
3. El petardo, además de escuchar el ya citado tipo de música, bailará de manera particular, incrementado su petardez de manera directamente proporcional al aumento del nivel de alcohol en sangre.
4. El petardo te producirá niveles máximos de vergüenza ajena. Sabrás que estás al lado de un individuo de esta especie cuando, a veces, tengas que huir ante el ridículo del momento.
5. El petardo auténtico hace comentarios que nadie entiende. Tiene su propio idioma y se ríe solo con sus ideas, mientras los demás permanecen serios. Hay personas normales que son petardas sólo en ocasiones. Por ejemplo, cuando se miran al espejo y se ríen de su propia cara o de las caras que se hacen a sí mismos. O cuando recuerdan algo que otro petardo ha hecho y se ríen solos en el metro, bus o en mitad de una comida de empresa.  
6. Un petardo también puede ser un tubo relleno de pólvora, que se liga y ata convenientemente para que, al darle fuego, produzca una detonación considerable. 
7. Ejemplos famosos de petardos y petardas son: Nena Daconte, Zahara, Britney Spears, Mario Vaquerizo, Víctor Sandoval, Ana Rosa Quintana, Justin Bieber, Terelu Campos y su madre, Demi Lovato, Nicki Minaj, Soraya Saénz de Santamaría, María Dolores de Cospedal, Leire Pajín, José Blanco, Mariano Rajoy, la Vecina de Valencia, etcétera.


Tras establecer las bases del petardismo, podemos hablar también del medio en el que se mueven los individuos petardos. No hay un entorno específico para ellos. Están en universidades, discotecas, parques, mercerías (lugares donde el índice de petardismo supera al habitual), administraciones de lotería, estancos y casinos (en estos tres últimos escenarios también abundan).




MÁS SOBRE ESTE TEMA EN LA SEGUNDA PARTE. PRÓXIMAMENTE.