lunes, 31 de octubre de 2011

Valentina hace el amor.

Tengo una cantidad de cosas por contar que no os lo podéis imaginar. Llevo 3 semanas de locura continua, y hoy ha comenzado el relax, que no me gusta vivir en el relax absoluto, pero bueno, así estaré hasta el 14 de noviembre cuando vuelva a salir de esta ciudad del demonio.

El viernes 14 de octubre vinieron Misia y Valentina a visitarme. Para quien no lo sepa, son italianas, Misia de Borgomanero, un pueblito de 20.000 habitantes cerca de Milán, y Valentina de Nardó, un pueblo situado en Lecce. Nardó de Leche, tiene tela, pero así es, amigos, los misterios del léxico.

El viernes llegaron ambas, las recogí en la estación de trenes y vinimos a Lapinkaari para que dejaran las cosas. Cocinamos unos spaghettis y fuimos a hacer fotos al lago. Los ancianos fineses bañándose semidesnudos en el lago mientras nosotros tiritábamos de frío. Por la noche nos fuimos a Ruma, esa discoteca que en español significaría "feo". Nos pillamos el pedo de la semana después de una cena internacional en City en la que nos hinchamos a tortilla de patatas y pasta al horno. Valentina triunfó y se ligó a un finés medio skater. Le dijimos que si podíamos seguir la fiesta en su casa, que montara un after y se sintiera un poco español, pero no quiso, así que acabó dale que te pego con mi amiga italiana mientras en la habitación de Alba montábamos la fiesta Chrístopher, Misia y yo.

En un momento de desatada locura decidí bailar encima de la mesa y saltar a la cama, que acabó con dos tablas rotas. Lo mejor fue la visita del vecino de Alba para que nos callásemos. Antes de eso, me encontré a Serena vomitando en el baño de su habitación de rodillas y rodeada de gente que no daba crédito a nada de lo sucedido.


Los tres en la parte de atrás de Lapinkaari.


Todo el amor.


Frente al río modo abuelos ON.


Al día siguiente, alguien de mi residencia había pensado montar una fiesta en el sótano, donde está la sala de lavandería, la sala de secado (que da muchísimo miedo, por cierto), la sala de TV, etcétera. No se podía ni respirar del calor que hacía, así que bebimos en mi cuarto y tratamos de dirigirnos hacia Klubi. Al final nos quedamos aquí porque se nos hizo tarde. Montamos un karaoke en mi cuarto y luego nos paseamos por media residencia. Al día siguiente me dijeron que un chico indio -que vive aquí desde el año pasado y reparte periódicos por las noches- nos había visto desde el supermercado que está a 100 metros de la residencia cantando a través de mi ventana. Otra gente se quejó en la página de Facebook de la residencia. El vecino de Alba volvió a quejarse cuando Misia y yo nos encontrábamos en mitad del pasillo hablando con Javi Gatito y Alba. Salió tres veces a quejarse, a pesar de decirle que en 5 minutos nos íbamos. La primera vez iba en calzoncillos y con la cara llena de pegotes blanquecinos, lo que nos provocó una carcajada que a él no le hizo ninguna gracia.

El domingo Valentina volvió a Milán. Aunque no se metieron en el lago ni en la sauna, ella decidió contarlo en su Facebook como si lo hubiera hecho. Desconcertante. Misia volvió el martes a Italia, y el lunes fuimos a Helsinki porque los españoles teníamos que arreglar los últimos papeles en la Embajada de España para votar. Resulta indignante que tengas que gastarte el dinero en enviar una carta por correo certificado y que, después, tengas que pagarte un viaje hasta Helsinki (nosotros vivimos a 1h30min, pero quien viva en el norte no vota ni de broma) sólo para poder votar, cuando se supone que es un derecho que todos tenemos y que debería ser fácilmente accesible. Para más inri, la Embajada de España está escondida en mitad de la nada y tras cruzar durante media hora un parque. La decoración es lo mejor, fotos de los reyes antes de ser reyes y mapas de España de hace tres siglos. Un trabajador español que se parecía a un gay de la serie Aída. No podría tratarse de un esperpento menor, está claro, qué vamos a esperar de un país como el nuestro. Penita.

En la mencionada embajada conocimos a Jesús y Dulce, españoles de Erasmus en Helsinki. Fuimos juntos a comer y a la Iglesia de Temppeliaukio.


Cúpula de la iglesia.


Altar de la iglesia.



La Iglesia de Temppeliaukio es una iglesia luterana localizada en el distrito de Töölö, en Helsinki. La iglesia fue diseñada por los arquitectos y hermanos Timo y Tuomo Suomalainen, e inaugurada en 1969.

La Temppeliaukio (plaza del templo) fue seleccionada como futura localización de una iglesia en los años 30. Pero el proyecto de J. S. Sirén, el ganador del segundo concurso de diseño de la iglesia, fue interrumpido en sus primeras fases cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial en 1939. Tras la guerra, hubo otro concurso que ganaron Timo Suomalainen y Tuomo Suomalainen en 1961. Por motivos económicos, el proyecto presentado fue redimensionado y el espacio interior de la iglesia se redujo en un cuarto de su tamaño original. Su construcción comenzó en febrero de 1968, y fue terminada para su consagración en septiembre de 1969.

El interior se excavó en la roca, aunque está bañado por la luz natural que entra a través de su cúpula acristalada. La iglesia se usa con frecuencia como local de conciertos gracias a su excelente acústica. Esta cualidad se consigue por las superficies de roca rugosa que permanecieron prácticamente sin labrar. Dejar estas superficies expuestas no estaba en el proyecto original, siendo una aportación del director de orquesta Paavo Berglund y el acústico Mauri Parjo.

La Iglesia de Temppeliaukio es una de las atracciones turísticas de Helsinki, teniendo medio millón de visitantes anuales. El concepto principal del edificio era mantener el carácter original de la plaza. La característica forma de hacerlo es lo atrae a profesionales y aficionados a la arquitectura.

No hay campanas en esta iglesia, por lo que su sonido se reproduce mediante una grabación de Taneli Kuusisto a través de unos altavoces.

La construcción de la iglesia generó controversia. Se hicieron pintadas en el lugar de la construcción para atraer la atención sobre el hambre en África con eslóganes como "BIAFRA!". Por su forma achaparrada y su construcción en piedra, de apariencia indestructible, se ha ganado el sobrenombre del "Bunker de defensa anti-diablo" (Piruntorjuntabunkkeri).


Fuente: Wikipedia.



Entrada a la iglesia.


Por la tarde fuimos a la isla Suomenlinna. Es una fortaleza construida sobre seis islas en Helsinki. Forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco y es un lugar muy turístico. Su nombre original fue Sveaborg (castillo sueco), los finlandeses lo cambiaron por Suomenlinna (castillo finlandés) por razones patrióticas, aunque tanto los suecos como los finlandeses de lengua sueca lo siguen conociendo por su nombre original.Hoy en día, Suomenlinna es también un barrio de Helsinki de carácter excepcional, con unos 850 habitantes y 350 puestos de trabajo (que aumentan en verano, por su atracción turística).

El billete de ferry costaba 4 euros pero sirve para todo el día, así que unas mujeres muy petardas nos vendieron el suyo a mitad de precio y nosotros les dimos las gracias. Me llamó la atención que un gran grupo de gaviotas siguiera al ferry con sus picos a medio metro de nuestras caras, se supone que lo hacen siempre pero yo no lo había visto en la vida y flipé.


Café Europa.


Valentina viene a Madrid a pasar la Nochevieja. No quiero pensar la locura que va a ser esa noche. También estará Sandra y Augusto, el brasileño.


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Misia se fue el martes, y yo el miércoles cogí un avión y me planté en Oslo. Me quedé dormido dado mi retraso mental a la hora de madrugar y tuve que coger un taxi que me salió por 40 euros para luego tener que aguantar a la petarda de la trabajadora del aeropuerto diciéndome que tenía que haber llegado antes, a pesar de que luego me tuvieron esperando quince minutos más de la hora a la que deberíamos haber salido. 

Llegué a la capital de Noruega a las nueve de la mañana, pero hasta las seis de la tarde no me encontraría con Sandra, Ali y Jose. Así que me dediqué a pasearme por la ciudad y a visitar museos, pero eso ya lo cuento otro día, junto con: prostitución y drogadictos en Oslo, la locura en la pizzería, la casi-muerte en el lago, Radiokirppis, perder una apuesta, viajar a Estocolmo y morir de amor, Love y Emil, etcétera.