domingo, 15 de enero de 2012

El lago congelado.

Bailando en una de las más residuales discotecas madrileñas el jueves antes de Nochevieja, Valentina me tiró al suelo provocando un choque craneal que me causó un chichón. Cuando el hombre de seguridad se percató de que la italiana lo daba todo como una loca (girando su cabeza a lo Regan MacNeil, levantando su pierna por encima del cuello, moviéndose como una peonza y dando golpes a todo aquel sufridor que estaba a su alrededor) decidió expulsarla del local. La historia, según su protagonista -sea real o no-, es la siguiente:

"Él me dijo que saliera fuera, y yo pensaba que se quería liar conmigo. Cuando llegamos a la calle me dijo que estaba expulsada de la discoteca, y yo le pegué un puñetazo, cayó al suelo y, entonces, le clavé el tacón de la bota en la cara haciéndole una señal que nunca olvidará".

Yo no fui testigo de este evento porque continué la fiesta con Sandra en el interior, pero Augusto desmintió lo anterior.


Valentina, pasión gitana, sangre italiana.


Los días previos a Nochevieja se resumen en salir cada noche y no pisar la calle durante el día. Para mí, después de 4 años viviendo en Madrid, no es problema, pero para Augusto, turista y visitante por primera vez de la ciudad, fue una experiencia nueva: hacer turismo nocturno. La primera noche nos recibió Chueca, la segunda Stardust, con múltiples encuentros, y la tercera llegó Nochevieja.

Antes de salir cenamos en un restaurante de la calle Hortaleza llamado Tommy Mel's. Allí estuvimos Alba, Mónica, Sandra, su amiga Ana, Augusto y yo. Parece ser que está ahora de moda entre el moderneo madrileño, ya que vi a más de un petardo allí haciendo cola. Nosotros no tuvimos que esperar porque Mónica conocía a una camarera que nos coló con gran alegría. Yo tomé una hamburguesa Tommy Mel's, con bacon crujiente, queso fundido, mi cebolla favorita (roja) y cebolla caramelizada. Muy rica. Junto con unas patatas con queso y bacon. Y de postre un brownie delicioso.

A esperar a Valentina a Villa Lujo. Su avión se retrasó y salimos cerca de la una de la madrugada.


Dio una clase de yoga a Lady Gaga y es muy feliz.


Ese día nos encontramos con un actor por la calle. Él paseaba sus perros y Valentina le propuso casarse con ella. Nos dijo que fue él quien dio la famosa clase a Lady Gaga cuando vino a Madrid y se dedicó a hacer yoga. Resulta que Sergio, el actor, es también profesor de bikram yoga. El destino quiso que nos volviésemos a encontrar con él la noche del domingo de nuevo con sus perritos.

Esa primera noche también ocurrió algo diver. Mientras fumábamos un cigarro en la calle decidí que tenía que hacer un number one, es decir, mear, entre dos contenedores de basura. De repente, un chino salió corriendo hacia mí porque lo estaba haciendo en su mercancía. Yo intenté pedirle disculpas pero él no se enteraba de nada, así que Sandra me dijo que le dijera ni hao, que en realidad es hola. Yo se lo dije y me quedé más ancho que largo.

ESCENAS DE NOCHEVIEJA.




Cena rica rica.


Sandra y yo amándonos.


Sudor, carmín, felicidad.


Mmmmmmua.


Monis.


Nochevieja: cocinar en Villa Lujo con Mónica muriendo de gastroenteritis, cena en Villa Pércal, Augusto olvidándose la entrada de la discoteca, Sandra y su amigo peleándose con el taxista, reencuentro con Jesús y Ana Leal <3 <3 <3, Miss Moustache, Stardust, cabreo por irnos pronto de Stardust, alcoholismo, churros en San Ginés con mi amor Sandra, Valentina gritándole a un tío que nos molestaba, gente que nos daba churros gratis, Valentina diciéndole soy lesbiana sin serlo a Guille tras pensar que era Rihanna, etcétera.

Lo mejor de todo fue estar rodeado de gente genial, para empezar el año con buen pie. 
Faltaba gente, pero no sobraba nadie.

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El último día en Madrid, lunes, quedamos a comer con Isabel. Íbamos a ir a un wok, tras pedir consejo en Facebook, pero Ana ya había cenado una noche anterior en uno y no le apetecía volver a ponerse como La Chon Gorda, así que reservamos mesa en Public. Ya había estado tiempo atrás en ese restaurante. Esta vez tomamos una ensalada con aguacate y cosas ricas, unas verduras en tempura, unos canelones de tinta de calamar y unos solomillitos. De postre, algo llamado copa que se come de abajo arriba.

Fuimos a recoger a Isabel pero como cambiamos de planes decidió irse a comer sola. Luego quedamos para tomar un café con ella en la Plaza del Dos de Mayo, a toda prisa porque pensábamos que perderíamos el tren aunque luego hubimos de esperar en Atocha media hora.

Desde allí nos fuimos a Hellín Augusto y yo. Valentina continuó en Madrid hasta el miércoles. Mi amigo brasileño pudo disfrutar de Hellín durante día y medio. El martes lo llevamos a la sierra: Alcaraz, Los Chorros, Salobre... Juanfran conducía el coche, mientras Augusto, Kukur y yo cantábamos en la parte de atrás canciones de Adele. Vimos a una cabra salvaje que casi atropellamos. 

Una vez en Los Chorros, nos dedicamos a caminar durante más de una hora mientras anochecía, para no llegar a ver nada y volver al coche congelados, andando por la carretera ya que estaba cerrado el acceso para vehículos. Nuestro día en fotos:


Segundos después de cruzarnos con una cabra.


Augusto se inventó el nombre de la fuente en Facebook.


En coche con papada.


Juanfran tirándome serpentinas.



Esta foto está al revés pero no me apetece volver a cargarla.


También había carteles avisando de la presencia de anfibios.


Kukur y Augusto en Alcaraz.


Yo disfrazado de mi abuelo.


Mírala, mírala, mírala, mírala...la Puerta de Alcaraz.


Un poco de promoción de mi querida Ciudad del Tambor:



Augusto y yo en la Plaza de la Iglesia de Hellín.


El alcalde pepero de Hellín dijo que el belén era un regalo de una empresa de Murcia para el grupo del PP, luego se corrigió a sí mismo diciendo que para todo el Ayuntamiento. Ni una cosa ni la otra.


Hablando de las tontunas del nuevo ¿alcalde? de Hellín, hay que señalar que este hombre tuvo su minuto de gloria en TVE. ¿Llamaría él para que fueran a grabarlo y así salir dando la nota en los informativos? ¿Ensayaría su discurso para que no se le trabaran las palabras como de costumbre? Dijo que no había dinero para cabalgatas de Reyes y luego se lo gastó en hacer un estúpido espectáculo infantil al que fueron cuatro gatos, mientras el resto del pueblo estaba viendo la cabalgata en Albacete y Murcia, gastando allí en regalos en lugar de en Hellín. ¡Felicidades tío!

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Augusto se marchó en La Serranica, una compañía de autobuses que sólo con escuchar el nombre ya da miedo. Yo soporté un viaje en esos autobuses, cinco horas para ir de Hellín a Alicante cuando en coche llegas en hora y media. Nunca mais. Fui a despedirlo en pijama, tampoco merece más la estación de autobuses de Hellín.

Llegó a Alicante para reunirse con Alba. Al día siguiente, para pasar Reyes, mis padres y yo nos fuimos a la misma provincia: Finestrat nos esperaba. Benidorm, Altea, Villajoyosa, rebajas, Elche con mi prima Raquel, Elías, mi tía Maruja... Fuimos a cenar al wok más variado que he visto en mi vida.

De vuelta en Hellín. Y el miércoles Madrid y, de nuevo, Tampere.




PRÓXIMAMENTE EN MIS HAZAÑAS POR EL MUNDO BY DIEGO CASSADY: conectar una canción petarda con otra en CITY, volver al MIAMI, vivir a -17 GRADOS DE TEMPERATURA, resbalarme con el hielo y HACER EL RIDÍCULO, etcétera.

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Agosto de 2010.

Para terminar la actualización de hoy quiero mandarle toda la suerte del mundo a Mónica. Después de ir juntos a clase desde 2º de carrera, de decenas de aventuras nocturnas, caídas en el metro, gatos voladores, borracheras en el Ocho y Medio, Elástico y esos sitios que son historia de nuestra vida, beber sin hielo en Milán y acabar vomitando, ir a Turín y comprarnos chaquetas con las que entrar en Plastic, ver a Lady Gaga en Barcelona, tocar el tambor juntos en Hellín, vivir un año en Villa Lujo y discutir y odiarnos para volver a estar bien al día siguiente... Mónica se va  a Sidney. Ojalá no emocionarme acordándome de estas cosas. Mucha suerte y felicidad, Monikis.